El SARS COV-2 (a partir de ahora, omicron) parece se ha convertido en un coronavirus estacional, es decir, se ha incorporado a la “flora y fauna” habitual de virus respiratorios. Sin embargo, nos da la impresión de que aún se mantiene cierto grado del estado de histeria inicial. Como si hubiéramos descubierto de repente que existen los virus y que la gente enferma por ellos. Y hay virus que nos preocupan más que el Covid (a los pediatras).
Los pediatras llevamos conviviendo con virus desde siempre, especialmente respiratorios, ya que los niños son los que suelen sufrir muchas infecciones los primeros años de vida, por lo que estamos familiarizados con ellos.
¿En esta fase hay virus que nos preocupan más que el omicron? Sin duda. Ahora mismo el omicron no es de los virus que más nos preocupan.
Son varios los que nos preocupan más:
- Virus respiratorio sincitial, virus influenza A, rotavirus, adenovirus..
Habría que “covidizar” estos virus (darles más importancia), y no tanta a omicron.
Ha llegado el momento en el que deberíamos pasar de una fase de normas e imposiciones a una fase de responsabilidad individual:
- No te has querido proteger con la vacuna = asumes un riesgo muy elevado.
- Quieres llevar una mascarilla en exteriores = no quieres asumir absolutamente ningún riesgo.
También estamos en una fase en la que no debemos medir la tasa de infección (no tiene ningún sentido tomar decisiones en base al número de infecciones), sino la ocupación de hospitales. No es un escenario realista reclamar una situación de “OMICRON-CERO”. Eso puede que no pase. Lo que tenemos es que vigilar cómo están de tensionados los hospitales y dotarlos adecuadamente.
También es hora de cambiar la mentalidad en los colegios. Siempre hemos intentado ser muy prudentes, pero ahora mismo, en la situación actual, no tiene ningún sentido lo que se está haciendo. Hemos alabado a los maestros que siguen las recomendaciones que les han impuesto, y por eso creemos que es hora de cambiar. Ahora mismo estamos en una situación en la que la relación beneficio / perjuicio va totalmente en contra de las medidas adoptadas en niños.
Entendemos que es complicado tomar decisiones y dar recomendaciones en un entorno tan cambiante. Pero es así: las situaciones cambian y hay que adaptarse, tenemos más datos y tenemos que ser flexibles. Y evitar los extremos.
La situación no tiene absolutamente nada que ver comparando primavera del 2020 y primavera del 2022:
- Tenemos tratamientos nuevos para la enfermedad
- Tenemos tratamientos tratamientos viejos que se pueden utilizar para el COVID
- Sabemos cómo tratar a los pacientes en los hospitales
- Los ucistas son auténticos ninjas del tratamiento intensivo de la COVID
- Tenemos vacunas
- Sabemos que comportamientos son más eficaces para evitar la infección
- La variante predominante actual causa síntomas más leves
Hemos hecho cosas mal y nosotros hemos cambiado de opinión varias veces, pero es que de eso se trata: de actuar en función de los datos que tienes en cada momento.
¿Qué cosas hemos hecho mal?
- Cierre de escuelas.
- No poder despedirnos de nuestros seres queridos.
- Centrarse en la descontaminación de superficies / lavado de manos.
¿En qué nos debemos centrar ahora?
Pues claramente en la salud mental de niños y adultos. En 2022, un adolescente tiene 10 veces más riesgo de morir por suicidio que por COVID.
¿Quieres compartir este artículo?Con lo cual, ahora mismo deberíamos estar 10 veces más preocupados y dedicar 10 veces más esfuerzos por la salud mental de los niños que de omicron.