Seguimos el mismo razonamiento que con “¿en bebés se debe tomar la temperatura en el recto?“, añadiendo algunas cosas más:
– La vía de absorción rectal es errática y poco predecible: depende de si la ampolla rectal está llena de heces o no, y del tránsito intestinal en ese momento.
– Las dosis de los supositorios no son exactas en función del peso del niño. A veces no podemos calcular “cuanto supositorio” tenemos que poner. Son muy frecuentes las infradosificaciones o las sobredosis, con el peligro que esto conlleva.
Este razonamiento es aplicable a la gran mayoría de los medicamentos, siempre es preferible la vía oral que la rectal.
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