Amado Clínica Pediátrica

Contaminación y niños, mala combinación.

La contaminación urbana afecta la maduración cerebral de los escolares

Un estudio ha hallado que la exposición a la contaminación del aire urbano interfiere directamente con la maduración funcional del cerebro de los niños.

Los científicos evaluaron las emisiones de los vehículos en el entorno escolar y realizaron exploraciones con resonancia magnética funcional del cerebro a un subgrupo de 263 niños de 8-12 años, participantes en el estudio BREATHE, para cuantificar distintos parámetros de maduración cerebral a la hora de ejecutar una tarea.

Los expertos encontraron que la exposición a la contaminación del aire se asocia a cambios de naturaleza funcional del cerebro, sin efecto evidente en la anatomía y la estructura cerebral. Concretamente, una mayor concentración de contaminantes se relacionaba con una menor maduración funcional de las redes cerebrales clave para la integración de la actividad intelectual.

Para probar si la contaminación medida se asociaba con el rendimiento cognitivo, se utilizó el rendimiento de los niños en memoria de trabajo, velocidad de respuesta motora y atención, y la presencia de contaminación más alta implicaba un tiempo de reacción más lento.

Todos sabemos que la contaminación es algo malo para el planeta… ¡pero es malo también para el cerebro de los niños! Necesitamos alternativas para evitar que el uso de combustibles fósiles pueda afectarnos a nosotros y a nuestros hijos.

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