Las denominadas “medidas físicas” (baños fríos, paños fríos…) para bajar la fiebre suelen causar mucha incomodidad en el niño. No son ni de lejos tan efectivas como la administración de un antitérmico oral (generalmente paracetamol o ibuprofeno en los casos que esté indicado). Aquí os explicamos porque los antitérmicos deben administrarse preferiblemente por vía oral y no rectal.
El objetivo de bajar la temperatura en los niños es que se encuentren mejor. La fiebre suele causar mucho disconfort, causa una sensación desagradable, por eso damos el antitérmico. Como ya vimos aquí, la fiebre no suele causar problemas graves fuera de este disconfort.
De la misma manera, hay niños (independientemente de la temperatura que tengan) que “llevan bien” la fiebre, no les produce tiritona y parece que están “normal”. En estos niños, no tendremos que administrar ningún medicamento, simplemente esperar a que les baje la temperatura. Si se encuentra mal, si daremos el antitérmico.
La incomodidad de la fiebre está causada por un cambio repentino en la temperatura corporal (subida rápida en poco tiempo). Una bajada brusca de temperatura a través de medidas física puede causar la misma incomodidad que estamos intentando evitar.
Los mayores nos tomamos un ibuprofeno o un paracetamol cuando tenemos fiebre, no se nos ocurre meternos de repente en una bañera con agua fría… ¿por qué lo hacemos con los niños?
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