Amado Clínica Pediátrica

¿Cómo escoger bien los cereales? Las 3 cosas en las que te debes fijar

¿Cómo escoger bien los cereales? La introducción de la alimentación complementaria en los bebés genera debates muy encendidos. Todo el mundo opina, y las familias reciben informaciones muy contradictorias. Vamos a dar nuestro punto de vista sobre este tema en particular, centrándonos principalmente en la introducción de cereales, que es uno de los alimentos sobre los que hay más controversia. 

La alimentación complementaria (introducción de nuevos alimentos además de la leche), suele comenzar a partir de los 6 meses. Nosotros intentamos individualizar esta edad de inicio en función de las circunstancias (disponibilidad de la madre al incorporarse a su puesto después de la baja maternal, estado nutricional del niño, desarrollo psicomotor…). En cuanto a la secuencia de introducción de alimentos, tendemos a ser más laxos en función de las preferencias de las familias y del propio niño, pero siempre incidimos en la importancia de la carne y las verduras. Los cereales no tienen porque ser el primer alimento que se introduzca, pero tienen algunas particularidades que los hacen interesantes desde el punto de vista nutricional en este grupo de edad. 

En cuanto al formato de introducción, no tiene porque ser en papilla, pueden darse en trozos (snacks), pero fijándose bien en que éstos no lleven sal ni azúcar añadido, y que estén horneados, no fritos. 

Vamos al lío. ¿Cómo escoger bien los cereales? ¿En qué 3 cosas nos tenemos que fijar?

  1. Contenido de azúcares: < 5%. Esta es una regla que intentamos trasladar a todas las familias. Los alimentos con un contenido de más del 5% de energía (8g) procedente de azúcares libres, por ración, no deben consumirse a diario. Y los cereales no son una excepción. Además, no nos conviene darle cosas dulces a un niño tan pequeño porque estamos interfiriendo en el aprendizaje de sabores. Si le damos cosas con muy elevada palatabilidad (es decir, muy ricas) a edades tempranas, luego podemos tener problemas de alimentación. Hay que contener a las abuelos / padrinos / tíos (que lo hacen con toda su buena intención) cuando quieren darle galletas o pan a un niño tan pequeño. Eso lo va a comer bien, pero más tarde. Ahora no es el momento. 
  2. Aporte de fibra. Los cereales deben ser de grano completo, integrales o con FOS (fibra soluble). 
  3. Aporte de hierro. La lactancia materna aporta entre un 5 y 10 % de los requerimientos de hierro de un niño a los 6 meses. Es decir, que necesitamos obtener un 90-95% de hierro de otra manera: a través de alimentos sólidos. Ese aporte de hierro debe tener una buena biodisponibilidad. Ésta se ve favorecida si llevan también vitamina C que mejora la absorción de hierro. Este aporte extra de hierro reduce el riesgo de anemia. Ya lo hemos contando más veces: en nuestra clínica acabamos adquiriendo un analizador de ferritina (reservas de hierro) viendo la cantidad de niños con déficit de hierro que identificábamos. 

¿Y qué hacer con otras alternativas tipo maizena, copos de avena, arroz…? Todo lo que te hemos contando es aplicable: debemos analizar la cantidad de azúcares añadidos, cantidad de fibra y aporte de hierro. 

No obstante, se trata de productos no especialmente diseñados para bebés (por ejemplo, no se limita el contenido de arsénico). Por otra parte, los valores de energía, proteínas, hierro y zinc pueden no ser óptimos en estas alternativas.

¿Quieres compartir este artículo?