Amado Clínica Pediátrica

Soplos cardíacos: ¿hay que preocuparse?

Una situación a la que tenemos que hacer frente con frecuencia en la clínica es informar a las familias de determinados hallazgos en la exploración física de sus niños. Uno de los más frecuentes son los “soplos” de corazón.

 

Un “soplo” es simplemente un ruido. El latido del corazón, al oírlo a través del fonendoscopio, suena como un tambor, y no se suelen oír ni zumbidos ni “soplos”. La mayoría de estos ruidos anómalos suelen corresponder a “soplos inocentes”. Esto quiere decir que aunque oigamos este ruido, no es debido a ningún tipo de patología cardiológica. Las características de los soplos inocentes son fácilmente reconocibles y no deben generar preocupación, pero solemos informar a las familias de este hallazgo.

¿Quiere decir que el niño tiene un problema de corazón? No necesariamente.

 

En el caso de que tengamos dudas, podemos realizar una ecocardioscopia en el mismo momento de la consulta (distinto de la ecocardiografía que realizan los cardiólogos infantiles) para descartar patología cardiológica.

Las familias alucinan viendo como late el corazón de sus pequeños en la pantalla del ecógrafo, y respiran tranquilas cuando les decimos que no vemos nada preocupante.

 

En otros casos, por las características del soplo o los hallazgos de la ecocardioscopia, si que es necesaria una valoración por parte de un cardiólogo infantil para descartar problemas. Intentamos de esta manera haber detectado el problema lo antes posible para poder ponerle solución.

¿Quieres compartir este artículo?