Hemos hablado anteriormente de que lo que las madres comen durante el embarazo tiene su impacto en el desarrollo de su bebé. También de la importancia de la Vitamina D3 ¿Y lo que les damos de comer durante los primeros dos años de vida? Pues también.
Los niños alimentados con una dieta sana durante los dos primeros años de vida podrían alcanzar un cociente intelectual (CI) ligeramente mayor, según un estudio australiano publicado en European Journal of Epidemiology.
El estudio ALSPAC contó con una muestra de 7.097 niños de 6, 15 y 24 meses de edad, cuyos hábitos alimenticios se siguieron hasta los 8 años, edad a la cual se midió su inteligencia mediante la escala de inteligencia de Wechsler para niños
Se confirmó que los niños que ingirieron una alimentación variada (legumbres, frutas, verduras, queso) con regularidad presentaban hasta dos puntos más de CI (cociente intelectual) a la edad de 8 años.
Debemos establecer unas pautas de alimentación variadas según las recomendaciones de los profesionales de la salud, para que nuestro niño desarrolle todo su potencial. Cuanto más pequeño, más importante dejarnos aconsejar en su dieta.
Comer sano (como siempre decimos: variedad, no cantidad) es importante también para su cerebro (lee esto, esto y esto).
Lo que hagamos con su alimentación ahora, tendrá su trascendencia en el futuro.
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