Esta situación que en la que nos encontramos debido al coronavirus no es fácil. No es fácil para mí, como adulto, y no es fácil tampoco para nuestros niños con problemas de comunicación o lenguaje, pero…¡sorpresa!
En la intervención con niños con este tipo de problemas, hay tres palabras que repito mucho (sobre todo, al inicio de la intervención): caos, sorpresa y elección.
El contexto de caos… lo tenemos claro. No podemos anticiparlo todo, y por eso, es importante que cuanto antes, y como objetivo dentro de la terapia, seamos rutinariamente caóticos. Si es en diferentes contextos, mejor.
Sorpresa porque sí, porque además surgen problemas o dificultades a las que debamos enfrentarnos (y afrontar) todos los días, para las que tampoco estamos preparados y no podemos anticipar. Aún recuerdo cuando a uno de nuestros peques se le cayó un diente y me explicó eso de “es ley de vida, Natalia”.
Y la elección, porque es la base de nuestra comunicación: elegir no solo entre lo que me gusta y no me gusta, sino entre dos cosas que me gustan mucho, elegir que ahora quiero jugar…elegir que quiero otra cosa…elegir es también iniciar, e iniciar es comunicación.
¿Sabéis qué echo de menos?
Pues sí, echo de menos mi caos, la sorpresa (¿quién guardaría un gusanito en el bote de los lacasitos?), y elegir, (o más bien, que mis peques elijan), por dónde quieren empezar a jugar con papá, con mamá y con Natalia.
Así que estos de coronavirus días jugad mucho: hacer torres que se caigan “solas”. Soplad mucho haciendo pompas, muchas pompas, y, por turnos, sin turnos o sin líquido de pompas. Jugar a hacer cosquillas, cosquillas que se “paran” (y observar cómo nos pide que hagamos más).
Y sonreír.
Pronto volveremos a nuestra caótica rutina.
Natalia Carro Padín
Logopeda
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